Bajo tu protección nos ponemos, estos, tus hijos.
Dispón nuestro corazón a la acogida de la Gracia,
para que escuchando la Palabra de Dios
sepamos discernir su voluntad y dar frutos de buenas obras.
Que tu corazón inmaculado haga más auténtico el nuestro
y nos despojemos de todo sentimiento malo,
y así, firmes en la fe y en la esperanza,
vivamos la caridad con los más pobres y necesitados.
María santísima de la Concepción,
Ruega por nosotros.